El Escándalo Honey y el Lado Oscuro de los Influencers (y las extensiones de Chrome)

Si sigues las noticias de internet y YouTube, o si eres fanático de los descuentos al comprar en línea, quizá hayas oído hablar de Honey y el escándalo de los influencers que promovieron esta popular extensión de Google Chrome. Aquí tienes un resumen de lo que sucedió y cómo funciona la estafa detrás de Honey.

Si no quieres leer todo, aquí va la versión corta: no uses la extensión Honey. Ahora, veamos en detalle por qué.

¿Qué Hay Detrás del Fraude de Honey?

Todos tenemos influencers favoritos. Esos que están en YouTube hablando maravillas de productos Apple, desempacando los últimos gadgets o mostrando cómo una batería portátil te ayuda durante un viaje largo. Comparten enlaces de afiliados, tú haces clic y, cuando compras, ellos ganan una pequeña comisión. Fácil, ¿no?

Pues no tanto cuando Honey entra en acción.

Así es como opera: un influencer comparte su enlace de afiliado, tal vez para una batería portátil o una suscripción a NordVPN. Tú haces clic, dispuesto a apoyarlo, pero al llegar al carrito, Honey aparece con su promesa de “buscar descuentos”. Sin que lo notes, reemplaza la cookie de seguimiento del influencer por la suya propia, y adiós a la comisión del creador. Honey se queda con el dinero.

Imagínate que un empleado de una tienda te ayuda a elegir el producto perfecto y, justo antes de pagar, un extraño interviene, se atribuye todo el mérito y se lleva la recompensa. Eso es exactamente lo que Honey hace, pero en el mundo digital.

¿Para Qué Sirve Honey Realmente?

Honey se presenta como tu asistente de cupones: “Buscamos todos los códigos posibles” y “Si no encontramos códigos, es porque ya tienes el mejor precio”. Pero en la práctica, es más como una promesa vacía.

A menudo, Honey aplica códigos falsos o genéricos como “HONEY10”, incluso cuando sabes que hay descuentos mejores como “20OFF”. ¿Por qué? Porque las tiendas asociadas deciden qué cupones pueden ofrecer. Al confiar en Honey, podrías terminar pagando más mientras ellos se llevan una comisión.

Y si no encuentran ningún código, te ofrecen “Honey Gold”, su versión de cashback. Básicamente, toman la comisión de afiliado que ya secuestraron y te devuelven una mínima fracción en puntos. En una prueba con un enlace de ExpressVPN, Honey reclamó una comisión de más de $30 dólares y solo me devolvió unos centavos.

Detrás de la Extensión

Al analizar más a fondo, un YouTuber llamado MegaLag descubrió prácticas alarmantes: fraude publicitario, fraude de afiliados, recolección sospechosa de datos y tácticas engañosas. En resumen, Honey opera como un malware (realmente una estafa) que manipula detrás de escena para su propio beneficio.

Esto afecta a tres grandes grupos:

  1. Creadores de contenido: Influencers que comparten enlaces de afiliados pierden sus comisiones sin saberlo.
  2. Consumidores: Confías en Honey para encontrar las mejores ofertas, pero podrías estar recibiendo descuentos limitados por acuerdos con las tiendas.
  3. Tiendas en línea: Empresas como Nike o vendedores de Amazon ven sus márgenes afectados cuando códigos no autorizados aparecen gracias a Honey. Esto lleva a aumentos de precios que perjudican a todos.

La Trampa Legal y el Futuro de Honey

Cuando PayPal compró Honey por $4 mil millones, quedó claro que la extensión no era tan inocente como parecía. Rastrean tus datos, sobrescriben enlaces de afiliados y controlan los descuentos que ves, todo para maximizar sus ingresos.

El abogado y creador de contenido LegalEagle está tomando acción contra Honey al iniciar una demanda colectiva (class action) por sus prácticas engañosas. La demanda busca responsabilizar a la extensión por el daño causado a creadores, consumidores y negocios afectados.

Es probable que veamos demandas colectivas en el futuro. Pero mientras tanto, ¿qué puedes hacer? Siempre mantén la sospecha: si algo es gratis, ¿cómo genera dinero? Busca cupones manualmente o con herramientas alternativas, y si eres creador de contenido, rastrea tus enlaces para evitar pérdidas.

Reflexión Final

Honey nos vendió una historia de descuentos fáciles y sin esfuerzo, pero detrás de las dulces promesas hay prácticas que perjudican a creadores, consumidores y negocios. La próxima vez que consideres instalar Honey o te preguntes para qué sirve Honey, recuerda que lo “gratis” a menudo tiene un costo oculto.